Memoria Ram y Cache

Memoria Ram 

 La RAM es la memoria principal de un dispositivo, donde se almacenan temporalmente los datos del programa que se está utilizando en ese momento La RAM tiene dos características que la diferencian de otros tipos de almacenamiento de datos. Por un lado, es extremadamente rápido y, por otro, sólo puede almacenar datos temporalmente.

Los ordenadores y dispositivos móviles utilizan la memoria RAM para gestionar los datos de las aplicaciones en ejecución, cuya cantidad afecta directamente al rendimiento del dispositivo.

Memoria Cache 

La función principal de la memoria caché es almacenar datos e instrucciones que la CPU necesitará en un futuro próximo, aumentando así la velocidad de ejecución de los procesos, evitando la latencia de la CPU y mejorando el rendimiento del hardware. La memoria caché se utiliza para mejorar el rendimiento y la velocidad de la CPU en sus tareas diarias.

Caché de disco: es el uso de una porción de RAM asociada a una unidad de disco concreta para almacenar datos recuperados recientemente y acelerar el arranque.

Caché de pista: tipo de memoria caché dura (similar a la RAM) utilizada en los superordenadores.

Caché web: una caché para almacenar datos de páginas a las que se ha accedido recientemente, que sirve para acelerar la carga y ahorrar ancho de banda la próxima vez que se acceda a la página. 

Existen diferentes niveles de procesadores de caché:

Caché L1: la caché más pequeña y rápida. Almacena los datos que necesita el procesador para realizar la mayoría de las operaciones y tiene dos finalidades: instrucciones y datos. Las instrucciones son las operaciones que debe realizar el procesador, mientras que los datos son la información que hay que procesar. Normalmente 256 KB, pero algunos procesadores pueden llegar a 512 KB o 1 MB.

Caché de L2: ligeramente más lenta que la de nivel 1, suele tener un tamaño de 256 KB a 8 MB.

Caché L3: más lenta que las dos primeras, pero con un tamaño que oscila entre los 4 MB y los 50 MB.

El almacenamiento en caché puede aplicarse a múltiples capas de la tecnología moderna, como los sistemas operativos, las redes de distribución de contenidos (CDN), las capas DNS, las aplicaciones web y las bases de datos.